January 03, 2025
Cada enero llega acompañado de una avalancha de anuncios sobre dietas “milagrosas”. Pero este no es uno de ellos. En lugar de promesas vacías, queremos compartir contigo cinco opciones saludables y accesibles que pueden ayudarte a cuidar tus riñones y comenzar el año con bienestar.
Una dieta equilibrada es una excelente forma de prevenir o retrasar el progreso de la enfermedad renal. Estos alimentos no hacen magia, pero sí aportan grandes beneficios para tu salud diaria.
Frutos secos y semillas

Pequeños, pero poderosos: los frutos secos y semillas son verdaderos superalimentos que sacian rápido, reducen la inflamación y aportan energía duradera.
Son ricas en:
- Grasas saludables para el corazón
- Omega 3
- Fibra y antioxidantes
- Proteína vegetal
Cada persona con enfermedad renal tiene necesidades nutricionales únicas, que dependen de su etapa de la enfermedad, su tipo de tratamiento y otros factores como la presión arterial o el control del azúcar en sangre. Por eso, lo que puede ser saludable para una persona puede no serlo para otra. Un dietista renal certificado puede ayudarte a diseñar un plan de alimentación equilibrado que mantenga tus niveles de potasio y fósforo dentro de los rangos seguros, sin sacrificar el sabor ni la variedad en tus comidas.
Además, no se trata de eliminar alimentos por completo, sino de aprender a elegir las porciones adecuadas y combinarlas inteligentemente. Por ejemplo, si consumes frutos secos o semillas, puedes equilibrar su contenido de potasio con alimentos bajos en este mineral, como frutas frescas o verduras cocidas. Pequeños ajustes en tus recetas y porciones pueden marcar una gran diferencia en cómo te sientes y en la salud de tus riñones a largo plazo.
Importante: debido a su contenido de potasio y fósforo, la cantidad recomendada dependerá de tu etapa de enfermedad renal o tipo de diálisis. Consulta siempre con un dietista renal.
El fósforo y su dieta para la IRC.
Ejemplo de valores nutricionales (¼ taza):
- Semillas de girasol: 100 mg fósforo, 80 mg potasio, 1.7 g proteína
- Cacahuates: 133 mg fósforo, 232 mg potasio, 8.9 g proteína
- Semillas de calabaza: 15 mg fósforo, 147 mg potasio, 3 g proteína
- Anacardos: 150 mg fósforo, 180 mg potasio, 5 g proteína
- Almendras: 150 mg fósforo, 200 mg potasio, 6 g proteína
2. Arándanos azules

Pequeños, brillantes y deliciosos, los arándanos son ricos en fibra, antioxidantes y vitaminas. Además, son bajos en:
- Calorías
- Potasio
- Fósforo
Puedes disfrutarlos frescos, congelados o en recetas como bolitas energéticas de arándano, perfectas como snack.
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Aceites y grasas saludables

Aunque se suele decir que hay que evitar las grasas, ciertos aceites en moderación pueden beneficiar la salud.
Ayudan a:
- Formar membranas celulares y tejido nervioso
- Favorecer la coagulación de la sangre
- Absorber vitaminas y minerales esenciales
Prefiere aceites como el de oliva, aguacate o linaza, y evita los aceites procesados o hidrogenados.
Hierbas aromáticas

Las hierbas son una forma sabrosa, económica y saludable de dar sabor a tus comidas sin necesidad de sal. Además, puedes cultivarlas fácilmente en casa.
Algunas combinaciones útiles:
- Cilantro: pollo o mariscos
- Mejorana: carne de res, pollo, cerdo, berenjena o coliflor
- Romero: cerdo, guisantes, risottos
- Tomillo: pescado, pollo, zanahorias
- Eneldo: carnes frías, ensaladas y dips
Aunque las infusiones de hierbas se perciben como naturales e inofensivas, no todas son seguras para quienes viven con enfermedad renal o toman medicamentos específicos. Algunas hierbas pueden alterar la presión arterial, afectar los niveles de azúcar en sangre o interferir con la eficacia de ciertos tratamientos. Por eso, siempre es recomendable hablar con tu médico o dietista renal antes de incorporar nuevas infusiones o suplementos herbales a tu rutina.
Además, muchas infusiones comerciales contienen mezclas de hierbas concentradas o ingredientes ocultos que pueden ser problemáticos para los riñones. Una buena alternativa es optar por tés suaves y conocidos, como el de manzanilla o menta, en cantidades moderadas. La clave está en el equilibrio y en tomar decisiones informadas para cuidar tu bienestar sin renunciar al placer de disfrutar una bebida caliente y reconfortante.
Prueba esta mezcla de condimentos picantes a base de hierbas, pero los suplementos de hierbas pueden ser riesgosos para pacientes con insuficiencia renal crónica.
Consejo: algunas infusiones de hierbas pueden interferir con medicamentos. Consulta con tu médico o dietista antes de consumirlas regularmente.
Verduras de hoja verde

Las verduras de hoja verde oscura están llenas de vitaminas, minerales y antioxidantes. Puedes encontrarlas frescas o congeladas, pero revisa siempre las etiquetas: algunas versiones congeladas contienen sal añadida o salsas poco saludables.
Niveles de potasio según la preparación:
- Bajo: repollo verde crudo, col rizada (kale) cruda, col napa cocida
- Medio: kale hervida, repollo rojo crudo, espinaca cruda
- Alto: acelga suiza hervida, bok choy hervido, hojas de betabel hervidas
Tu dietista renal podrá orientarte sobre las mejores opciones según tu etapa de enfermedad o tipo de tratamiento.
En definitiva…
Comer bien no tiene por qué ser complicado. Incluir más superalimentos en tu dieta te ayuda a sentirte con más energía, mantener tu salud renal y disfrutar de comidas llenas de sabor.
Consulta cada mes nuevos superalimentos y consejos nutricionales en nuestra página de kidney.org/es.
3 puntos clave
3 puntos clave
Elige alimentos que nutren sin sobrecargar tus riñones: Frutos secos, semillas, arándanos, aceites saludables y hierbas aportan proteína, antioxidantes y sabor, siempre consumidos con moderación.
Controla el potasio y los nutrientes clave: Selecciona verduras de hoja verde y frutos secos según tus niveles de potasio y tus necesidades nutricionales.
Personaliza tu dieta con guía profesional: Antes de hacer cambios importantes, consulta a tu dietista renal para mantener una alimentación segura y adecuada para tu salud.

















